Tercer día: La consolación es diálogo, es oferta
““A la sombra de tus alas me refugio hasta que no hay pasado el peligro” (Sal 57, 2)
La “consolación” es dialógica, un diálogo de amor, de armonía.
Es luz que guía al “ciego”. permeabiliza la existencia. Es tienda que acoge y repara. Es suave presencia, silenciosa palabra, luz en el camino, calma en la prueba. Es liberación, pregustación de la Paz Divina, ensayo de eterna felicidad. En el tejido cotidiano de la existencia es perfume que restaura, ensancha el ánimo, lo recrea, renueva. Es caricia espiritual, humilde, discreta. Se necesita hoy.
Es actitud integral, permanente del corazón que exige la eliminación de toda rigidez, aspereza, agresividad. Es rocío. La consolación no es solo palabra, es acción es entrega. (Madre Nazarena)
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre
Letanías
Simple y profunda, ruega por nosotros
Misionera en el hijo, ruega por nosotros
Discípula fiel, ruega por nosotros
Oremos
Señor Jesucristo, que, en tu inmenso amor,
has querido que todo lo obtuviéramos
por medio de tu Madre María,
concede a nosotras que la veneramos
con el nombre de Consolata,
poder siempre gozar de su ayuda y protección.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
BAJA EL TEXTO DE LA NOVENA:
